Resiliencia, vaya palabra. Os dejo la definición que he encontrado en la RAE: “Capacidad de adaptación de un ser vivo frente a un agente perturbador o un estado de situación adversos”. En palabras más comunes, es la capacidad de no rendirse.
Y es lo que yo quiero trasladar a todas y todos mis pacientes que os ponéis a dieta. Estoy por hacer unas pegatinas para que las pongáis en la nevera o en el espejo.
La dieta es un camino, que tiene un principio y un fin. Lo importante no es ir más rápido o más lento, lo importante es avanzar. Lo ideal es que cuando por la noche vayas a la cama, mires atrás y veas que has dado al menos un paso. En el camino hay miles de obstáculos. Tenemos las tentaciones. Tenemos pensamiento de que por un día no pasa nada. Tenemos a la gente que nos quiere y nos da consejos con toda su buena intención pero que a veces nos desmotiva o no son los adecuados. Tenemos eventos sociales que nos animan a saltarnos la dieta.
Nuestro mayor enemigo en nuestra dieta es esa voz interna que busca el placer inmediato. Os voy a dar un truco. Cuando oigas esa voz, piensa que es alguien externo, aunque venga de dentro de tí. Insúltale. No os voy a poner palabras malsonantes aquí, pero os las podéis imaginar. En los dibujos animados, aparece un mini tú en forma de diablo y otro en forma de angelito. Esa voz es el diablito.
Y sobre todo, levanta la cabeza y di en voz alta: ¡Resiliencia!
Y es lo que yo quiero trasladar a todas y todos mis pacientes que os ponéis a dieta. Estoy por hacer unas pegatinas para que las pongáis en la nevera o en el espejo.
La dieta es un camino, que tiene un principio y un fin. Lo importante no es ir más rápido o más lento, lo importante es avanzar. Lo ideal es que cuando por la noche vayas a la cama, mires atrás y veas que has dado al menos un paso. En el camino hay miles de obstáculos. Tenemos las tentaciones. Tenemos pensamiento de que por un día no pasa nada. Tenemos a la gente que nos quiere y nos da consejos con toda su buena intención pero que a veces nos desmotiva o no son los adecuados. Tenemos eventos sociales que nos animan a saltarnos la dieta.
Nuestro mayor enemigo en nuestra dieta es esa voz interna que busca el placer inmediato. Os voy a dar un truco. Cuando oigas esa voz, piensa que es alguien externo, aunque venga de dentro de tí. Insúltale. No os voy a poner palabras malsonantes aquí, pero os las podéis imaginar. En los dibujos animados, aparece un mini tú en forma de diablo y otro en forma de angelito. Esa voz es el diablito.
Y sobre todo, levanta la cabeza y di en voz alta: ¡Resiliencia!
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