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Dermocosmética

Hoy quiero hablaros sobre los cuidados faciales que podéis hacer en casa. En concreto, de todas aquellas cremas que podéis echar en vuestro rostro para lucir una piel resplandeciente. Lo primero que quiero explicaros, es que hay varios tipos de texturas: Serum : es una sustancia de textura muy ligera y con alto contenido en activos. Su característica principal es que se absorbe con mucha rapidez y sin sensación de grasa en la piel. Se usa en cualquier tipo de piel. Gel : es una sustancia semisólida, que se forma del tratamiento de líquidos, con gelificantes. Son libres de lípidos (grasas) y de textura ligera, por lo que está indicado en pieles grasas y con tendencia acneica. Crema : se consigue con la mezcla de agua y sustancias grasas, por lo que va mejor a las pieles normales y secas. Ampollas efecto flash : tienen alto contenido en principios activos con bajo peso molecular, para que éstos penetren de forma más profunda. No llevan conservantes en la formulación y es por ello po
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Resiliencia

Resiliencia, vaya palabra. Os dejo la definición que he encontrado en la RAE: “Capacidad de adaptación de un ser vivo frente a un agente perturbador o un estado de situación adversos”. En palabras más comunes, es la capacidad de no rendirse. Y es lo que yo quiero trasladar a todas y todos mis pacientes que os ponéis a dieta. Estoy por hacer unas pegatinas para que las pongáis en la nevera o en el espejo. La dieta es un camino, que tiene un principio y un fin. Lo importante no es ir más rápido o más lento, lo importante es avanzar. Lo ideal es que cuando por la noche vayas a la cama, mires atrás y veas que has dado al menos un paso. En el camino hay miles de obstáculos. Tenemos las tentaciones. Tenemos pensamiento de que por un día no pasa nada. Tenemos a la gente que nos quiere y nos da consejos con toda su buena intención pero que a veces nos desmotiva o no son los adecuados. Tenemos eventos sociales que nos animan a saltarnos la dieta. Nuestro mayor enemigo en nuestra dieta es

Hidratación facial

En Clínica SILINS trabajo, desde hace unos años, con un producto que me encanta por la versatilidad que le puedes dar y por los resultados que obtengo. Ese producto es el ácido hialurónico. Como ya os expliqué en su día, el ácido hialurónico es un componente que tenemos en nuestro organismo, que se encuentra en muchas zonas de nuestro cuerpo y lo que hace es mantener la hidratación en los diferentes tejidos. “Es como una esponja, que atrae agua”. En Medicina Estética, el ácido hialurónico se puede usar para rellenar, como es el caso de pómulos, labios, nariz, mentón, arco mandibular… O bien para hidratar. Quiero hablaros sobre el que hidrata. Se trata de un ácido hialurónico que no da volumen donde lo pinchas, pero que permanece en nuestro organismo durante aproximadamente un año. Y, ¿qué hace?. Pues tiene una alta capacidad de atraer agua para hidratar mucho los tejidos, y produce un estímulo de colágeno y elastina, dando un efecto de redensificación de nuestra dermis.

Las fiestas

Hoy voy a hablaros de algo a lo que tenemos miedo cuando estamos a dieta: las fiestas. Para tomar la decisión de ponernos a dieta hay que estar en un buen momento psicológico y físico. Psicológico porque requerimos de esa fuerza mental que nos hace que la llevemos a cabo, que sigamos unas normas, que nada ni nadie nos quite esa idea, ni eventos, ni personas que nos digan: “¡Pero...Si tú estás bien!”. “Si no te hace falta”. “A ver si te vas a poner enferma”... Si estamos fuertes mentalmente hablando, todo eso nos da igual para empezar esta nueva etapa. Físicamente tenemos que estar bien, que nuestra analítica esté bien y no tenga carencias en cuanto anemia, hierro por debajo de lo normal, defensas normales… Así ya estamos preparados. Una vez estamos haciendo la dieta un tiempo y todo va bien, nos encontramos bien, se ha pasado esa “ansiedad” que podemos pasar al principio, vamos perdiendo un poco mejor o un poco peor, según lo hagamos de bien… Llegan las fiestas. En este caso, las de Se

Labios

Hoy voy a hablaros de un tema que me encanta: de los labios. Como sabéis, los labios se encuentran en la parte inferior de nuestro rostro y es una zona que nos da personalidad, ya que con ellos sonreímos, comemos, nos expresamos... Hay personas que los tienen muy finos o los tienen deshidratados, o no los tienen con una forma bien definida. En ellos, podemos trabajar para mejorarlos. Hay dos partes diferenciadas en los labios, el labio rojo y el labio blanco. El labio blanco superior tiene una depresión media llamada filtrum, el cual tiene dos columnas, que van desde el labio hasta la parte inferior de la nariz. Hay una línea que separa el labio rojo del labio blanco superior y, en la zona central, está el llamado “arco de Cupido”. El labio rojo o porción mucosa consta de una parte seca y de una parte húmeda. La porción seca, se llama bermellón. Una estructura importante en el labio son las comisuras, que son la parte más lateral de los mismos. Para tratar unos labios,

Rinomodelación

La estructura de la nariz está compuesta por huesos y cartílagos. Y, como todo en esta vida, hay de distintos tamaños y formas. Aunque este tema daría para escribir mucho, voy a intentar resumirlo en un lenguaje que lo pueda entender cualquier persona. Lo primero que hago es estudiar la nariz desde distintas vistas, siendo las más importantes las siguientes: De frente. Se observa si la nariz presenta asimetrías en la anchura de las aletas nasales, en el grosor de la punta. Si hay desviación en el tabique. De perfil. Aquí se observa el ángulo naso frontal, que es el ángulo que hace la nariz con la frente y también si hay imperfecciones en la línea dorsal, si está curvada hacia fuera o hacia dentro. El tratamiento en cuestión, lo que busca, es corregir una serie de defectos que pueden darse. Espero que entendáis que, en muchos casos no son defectos en realidad, sino rasgos genéticos de la persona. Así que realizo varias fotografías para verlo con más detenimiento y poder planif

El éxito de la dieta

¿Estoy a dieta? Esta es la pregunta que nos repetimos al levantarnos cada día. Por las mañanas hemos recuperado la energía, estamos pletóricos y es muy fácil motivarnos, así que sí... ¡Estamos a dieta! Estamos seguros. Hacemos un desayuno sano con algo de fruta, leche desnatada, pan integral… Y, ¡a comernos el día! A media mañana la cosa se empieza a complicar. Probablemente hayamos hecho ya muchas cosas y desgastado gran parte de la energía. ¿Qué me como? Pues una tostada con un poco de aceite está bien, con un café con leche, pero… Mira ese donut, ese croissant… Por un día… Total, todavía es por la mañana. Este es un gran error. A mediodía, nos saltamos la dieta dependiendo de lo que hayamos decidido. Si nos comimos el croissant, ya la hemos liado, así que, ¿qué más da? Total, por un día (otra vez). El problema es que en cuanto torcemos el día, ya está torcido para el resto. Y comemos cosas que nos apetecen mucho y nos aportan energía inmediata, pero de la que nos hac